Declara que sus acciones buscan recuperar lo que les robaron a los países que fueron colonizados
El pasado 22 de octubre del presente año, Emery Mwazulu Diyabanza, un activista congoleño, fue arrestado en el Museo del Louvre después de intentar sustraer una obra del museo. Durante su visita, Diyabanza levantó una pieza escultórica de Indonesia, y mientras sujetaba la obra, comenzó a declarar a los presentes que sus acciones eran un intento por recuperar las obras que fueron saqueadas de distintos países durante el periodo colonial. El activista fue detenido inmediatamente por el cuerpo de seguridad del museo.
Diyabanza pertenece a la liga panafricana “Unité, Dignité, Couragé” (Trad: Unidad, Dignidad, Coraje), que entre sus prioridades luchan por la liberación y transformación de África, y la restitución de herencia africana. Esta no es la primera vez que el activista se mete en problemas con la autoridad por intentar sustraer obras. A inicios del mismo mes, Diyabanza realizó acciones similares al levantar un totem funerario africano del museo Musée du Quai Branly-Jacques Chirac y en julio intentó sustraer un objeto de marfil del Museo de Artes Africanas, Americanas y de Oceanía de Marsella; ninguna de las piezas con las que Diyabanza ha interactuado han sufrido daño alguno.
En sus propias palabras, el activista dice que sus acciones no pueden ser consideradas “robo”, ya que los objetos ya eran propiedad robada de otros países, y condena las ganancias millonarias que muchos museos obtienen a costa de artefactos que no les pertenecen. Pero la corte francesa opina diferente. Por el totem que intentó sustraer, el activista pagó 1,000 euros (aproximadamente $24,500 pesos) por robo agravado, y en esta segunda ocasión, se le impuso una multa de 5,000 (aproximadamente $122,300 pesos) por “dañar la imagen del museo (Louvre) y provocar eco internacional con sus acciones” luego de que un video de él cargando la obra se hiciera viral. El equipo de defensa de Diyabanza apelará este segundo veredicto.
Francia y su resistencia a restituir piezas arqueológicas
Si bien muchos países occidentales han sido señalados por llenar sus museos a costa de piezas extraídas de antiguas colonias, Francia es constantemente criticado por tener muy pocos canales para la devolución obras arqueológicas a sus países de origen, una tendencia que va en contra incluso de los intereses del presidente Emmanuel Macron, quien ha prometido la devolución de artefactos a Senegal y Benín. Según el senado francés, de restituir las obras a sus países de origen, los museos "podrían quedarse vacíos".
Y a diferencia de otros gobiernos donde las personas que quieran vender piezas arqueológicas deben demostrar que éstas fueron adquiridas de forma legal, Francia pone la responsabilidad en los países que reclaman las piezas de demostrar que éstas realmente les fueron robadas. Esto complica mucho el proceso de recuperación de obras a sus países originarios, ya que muchas de éstas piezas fueron sacadas ilegalmente de su lugar de origen en tiempos de guerra o colonización, cuando los registros de obras arqueológicas eran inexistentes, limitados o incluso destruidos por completo.
Fuentes: Artnet News y La Vanguardia.