La restitución de arte robado por los nazis es un tema que sigue creando disputas e historias entre los descendientes de sobrevivientes y las instituciones que hoy en día poseen las obras que les pertenecieron a sus ancestros.
Existen opiniones con la postura de que varias de estas obras deberían permanecer en los museos, disponibles para el público general, sin embargo, el sentimiento de que parte de lo robado de forma cruel puede volver a pertenecer a tu familia, es algo que solo las víctimas del holocausto pueden comprender a profundidad. Además, siendo honestos, si le robaran un Van Gogh, un Klimt o un Pissarro a tu familia ¿no intentarías tenerlo de vuelta?
Pues justamente es un Pissarro lo que buscan recuperar los descendientes de Lily Cassier Neubauer. Lilly fue una marchante de arte y como el cualquier otro judío durante el tercer Reich, su vida y la de su familia se vio amenazada por el poder nazi. Con tal de sobrevivir, se vio obligada a vender una importante pintura impresionista a cambio de que ella y su esposo pudieran escapar de Alemania.
La pintura “Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia” (1897) se encuentra en el Museo Thyssen-Bornemiza en Madrid y en 2001, Claude Cassier, nieto de Lilly, decidió que debía recuperar la pintura de su abuela y ese mismo año comenzó la disputa legal. Claude falleció en 2010, pero sus descendientes continúan intentando recuperar la obra y actualmente cuentan con la ayuda de Rob Bonta, Fiscal General del estado de California, sin embargo, esta disputa claramente es un caso complicado que ha durado más de dos décadas. La obra se encuentra valuada en 28 millones de euros aproximadamente y en definitiva es una pieza que cualquier museo de pensaría mucho en dar.
Por suerte, la familia Cassier cuenta con el apoyo del fiscal general y su caso ha dado vuelta al mundo, tal vez este año por fin se logren avances en esta disputa y se llegue a una conclusión justa.
Fuente: The Jewish News of Northern California