El Ministerio egipcio de Antigüedades en conjunto con investigadores franceses y belgas emprendió un estudio con tecnología portátil de imágenes químicas y rayos X macro (MA-XRF) para estudiar a profundidad dos obras faraónicas de mas de 3mil años.
Si bien la tecnología MA-XRF ha sido usada desde hace algunos años para escanear obras de arte y revelar correcciones secretas, así como ayudar a definir la autenticidad de otras. El desarrollo de esta herramienta permitió el escaneo no agresivo de arte funerario egipcio in situ.
Gracias a esto, se revelaron detalles invisibles de las pinturas en las tumbas. Una de estas perteneció a Menna, un alto funcionario durante el reinado de Amenhotep III. El escaneo de la química de los pigmentos utilizados reveló correcciones en uno de los brazos de Menna, un detalle que demuestra lo minuciosos que fueron los egipcios al momento de realizar sus pinturas funerarias.
La otra pintura analizada se encuentra en una capilla dedicada a un funcionario llamado Nakhtamón, el cual trabajó para Ramsés II. En esta se encontró un collar oculto debajo de otros pigmentos en la figura representativa del faraón Ramsés. Esto ha llevado a los expertos a especular sobre los parámetros que seguían los egipcios para la iconografía religiosa y el papel que tiene la mezcla correcta de pigmentos dentro de sus regímenes de simbólicos y de expresión.
De nuevo la tecnología y el arte se unen para revelarnos nuevas formas de percibir y comprender lo que podríamos dar por sentado, y nos da pie a reflexionar sobre la importancia de seguir investigando sobre las manifestaciones y expresiones artísticas del pasado, por más estudiadas que podamos considerarlas.
Fuente: infobae.