La iglesia y el antiguo noviciado jesuita de San Luis de los Franceses, en Sevilla, han abierto sus puertas como un nuevo espacio cultural dedicado al arte barroco, ofreciendo al público una impresionante colección de más de un centenar de obras maestras de la escuela sevillana. Este museo, aún en proceso de cumplir los requisitos administrativos para su denominación oficial, abarca un extenso periodo que va desde el siglo XVI hasta bien avanzado el XIX.
La nueva pinacoteca ocupa siete salas de la iglesia y la capilla doméstica, ambos destacados exponentes del barroco sevillano, y alberga piezas de la colección artística de la Diputación Provincial de Sevilla. Las obras, en su mayoría pinturas, provienen del patrimonio histórico de la institución y abarcan una amplia gama de temas religiosos, destacando la figura de la escuela sevillana que se formó en 1660 con artistas como Murillo, Valdés Leal y Herrera El Joven.
Entre las piezas más relevantes se encuentra un retrato de una rica mujer mexicana del siglo XIX, Josefa Fraile, quien se refugió en Sevilla tras huir de la independencia de México. Además, el historiador Juan Luis Ravé, principal impulsor del proyecto subraya que muchas de estas obras han permanecido durante más de 50 años almacenadas y se exhiben por primera vez al público.
El nuevo museo se inspira en el modelo del Museo de San Roque en Lisboa, que también recoge las obras de los hospitales históricos de la capital portuguesa, y presenta una colección que incluye esculturas de Pedro Luque Cornejo y pinturas de reconocidos artistas como Alonso Vázquez, Sebastián de Llanos, Pedro Núñez de Villavicencio, Esteban Márquez de Velasco, y otros importantes exponentes del barroco sevillano.
Además, Ravé señala que la temática religiosa, con un fuerte enfoque contrarreformista, es predominante en muchas de las obras, reflejando la misión de los antiguos hospitales: "si no podemos salvar los cuerpos, vamos a salvar las almas". Entre los temas recurrentes destacan los "Ecce homo", con una exacta copia de la famosa obra de Murillo que se conserva en el museo de El Paso (EE. UU.).
La historia y las vicisitudes de esta colección, que sufrió la pérdida de su primer inventario durante la Guerra Civil española, serán recogidas próximamente en un catálogo publicado por la Diputación. Este proyecto no solo resalta la riqueza del patrimonio barroco sevillano, sino que también ofrece una nueva mirada sobre el legado artístico de la ciudad a través de sus hospitalarias instituciones.
Fuente: El Economista.