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Arte asiático, parte I: Arte de la India
Artículos | 28 ABR 2022 Por Valeria Correa

El conjunto de varias religiones, así como de dioses y culturas puede provocar que cierta confusión rodee todo lo que contiene el arte de la India. Es por lo que en esta primera entrega sobre arte asiático queremos compartir la historia de las manifestaciones artísticas que surgieron en este país de manera cronológica, desde el 2,500 a. de C. aproximadamente hasta el siglo XX.

Primero necesitamos establecer cuáles fueron las tres grandes razones a lo largo de los siglos que marcaron el arte en la India: el arte budista, el arte indo-islámico y la occidentalización de la India. En estas tres se dio el surgimiento del budismo, el hinduismo, la llegada de los musulmanes, los mongoles y los británicos, por lo tanto, los cambios y las influencias que recibió el arte indio son amplias.

Arte en el Valle del Indo (2,500 – 1,500 a. de C.)

Las principales representaciones durante esta época fueron más arquitectónicas y escultóricas. Su arquitectura era organizada y hecha con gran meticulosidad, trazaban las calles de las ciudades con cordel y mantenían un orden para todo. En la escultura se diferenciaron de los egipcios y los sumerios en las proporciones de las obras, mientras que esas otras civilizaciones realizaban esculturas de colosales, en la India se trabajan obras más reducidas y trabajadas como bajo relieve. Eran constantes las figuras animales, pero se preocupaban más por representar la forma humana.

Son muy escasos los vestigios que se conservan de esta época y casi nulos los que se encuentran de la era védica (1,500 al 1,000 a. de C.), sin embargo, se sabe que daban gran atención al diseño de sus ciudades y comenzaron a preocuparse por el contenido narrativo y la expresión en su arte debido a la riqueza de la mitología veda.

Arte Budista del siglo III a. de C. al XII

La arquitectura religiosa fue una de las manifestaciones principales en esta vertiente, entre estas destacaron las stupas y las chaityas. Las stupas eran centros rodeados por grandes piedras, dentro de estas, los adoradores se dedicaban a la reflexión y demás actividades; estaban dedicadas a la estancia de los más dedicados budistas, no eran para reuniones de seguidores como la función que conocemos que tienen otros centros religiosos como los templos. Por otra parte, las chaityas fueron hechas con la intención de cubrir las stupas y poder albergar a más adoradores dentro. Aunque estas sirvieron para el budismo, varias fueron abandonadas y reutilizadas por el hinduismo, recibiendo entonces arte hindú para su decoración.

Otras manifestaciones también se centraron en la escultura, la cual fue evolucionando ya que Buda no quería ser adorado como un ídolo y esto fue respetado por varios siglos, pero con el paso del tiempo comenzaron a aparecer figurillas y estatuillas de su imagen, hasta llegar a las conocidas estatuas colosales de Buda. Los rasgos que se le atribuyeron al rostro de Buda, desde los ojos almendrados, hasta la forma del rostro, entre otros, se consideraron como un ideal de belleza.

Arte hindú (siglo V al XVII)

El hinduismo se desarrolló casi a la par que el budismo, pero sus manifestaciones artísticas fueron un poco más ambiciosas. En la arquitectura algunos elementos estaban inspirados en bellas y complicadas frutas y en los estudios que poseían sobre astronomía. La escultura también sufrió cambios, primero el alto relieve y las esculturas independientes se convirtieron en las principales preocupaciones para la escultura hindú, la expresión de estas también se volvió sumamente importante y lo que la hacía más desafiante fue la complejidad que poseía la épica descripción de cada dios – como Brahma, Visnú, Shiva, Surya, entre otros – entonces la necesidad de expresar no solo la gran imagen de sus dioses, sino también sus legendarias batallas e historias fueron otros de los retos para la escultura.

La escultura hindú se vio bastante enriquecida por intentar corresponder a la grandiosidad de la literatura, pero la pintura también tuvo sus aportes revolucionarios que hacen que merezca su mención dentro de este artículo. Una de las características destacables de la pintura fue la aparición del arte erótico. De nuevo la literatura se encontró como principal fuente de inspiración. Las pinturas eran planas de cierta forma, los trazos sencillos, pero comenzaba a haber indicios de claroscuro y dinamismo gracias a la expresión de diversas posiciones y la interacción entre dos cuerpos. El arte erótico no tardó en ser expresado a través de la escultura igualmente.

Arte Indo-islámico, sultanato de Delhi (1210 – 1526)

Con la llegada de los musulmanes, el arte en la India se dividió en arte del norte y del sur, de cierta manera. Por una parte, el sur se mantuvo realizando arte hindú, mientras que el norte si se vio tomado casi por completo por la influencia musulmana, incluso se instaló el sistema del sultanato.

Los cambios que se vieron en la arquitectura son altamente drásticos, aparecen dos edificaciones nuevas para la Inda, estas fueron la mezquita y el mausoleo. La primera como centro de congregación y peregrinación para todos aquellos convertidos al islam y el segundo destinado como tumba de personalidades importantes como sultanes u otros funcionarios de alto rango. En cuanto a la decoración, predominó la epigrafía, que consta de escrituras y grabados de versos del Corán en las paredes. A su vez, apareció una nueva característica para las edificaciones, esta fue la presencia de múltiples cúpulas, aspecto que no se había presentado ni en las stupas budistas, ni los templos hindús.

La pintura fue altamente austera y simbólica, sin colores especialmente brillantes - más que el rojo y el amarillo - y con escasez de figuras humanas, ya que en el islam no se podía representar figuras humanas para idolatrar. Durante este período, zonas montañosas del norte como el Tibet se mantuvieron realizando arte budista.

Arte Indo-islámico, dinastía mongola (1526 – 1757)

Los aportes más importantes de los mongoles en el arte de la India se encuentran en la pintura, pero esto tuvo dos fuentes. La primera fue la influencia de la pintura china y la segunda, los comienzos de la influencia europea en el arte de la India.

Dentro de la corte de emperadores mongoles, existió una mezcla de arte islámico y chino, pero este rápidamente se vio afectado por influencias europeas ya que los emperadores recibieron regalos extranjeros, entre los que se encontraban pinturas italianas, flamencas, alemanas, entre otras. Gracias a esto, en la pintura se comenzó a ver intentos de claroscuro, la aparición de la perspectiva lineal, la composición y el escorzo.

Las escenas complicadas llenas de dinamismo cambiaron por personajes solitarios y reflexivos acompañados de fondos sencillos. Sin embargo, hubo cierta dificultad para aplicar las características del arte europeo ya que se contaban con ejemplos de pinturas, pero no con los estudios y los textos que proveen la comprensión para llevarlas a cabo y aplicarlas correctamente en la pintura. Para el siglo XVIII, llegando casi al final de este período, se encuentran fuertes influencias flamencas en la pintura, principalmente en los cánones de belleza que se aplicaron a los personajes representados.

Proceso de occidentalización

Con la decadencia de los emperadores, llegó una crisis laboral entre los artistas y una de las soluciones que encontraron fue buscar empleo en la East India Company, lo cual resultó en un cambio de estilo en la pintura india, con tal de responder a los gustos y demandas que tenían los ingleses, a su vez, recibieron consejos sobre el manejo de perspectiva y composición.

Con la aparición de cambios tan drásticos, se crearon dos escuelas que manejaban ideales diferentes. La primera, la Escuela de Calcuta se centró en el estudio de la antigüedad clásica europea y en estudios del desnudo. Por otro lado, la Escuela de Bengala se enfocó en el estudio de sus raíces culturales y la búsqueda de un estilo autóctono para el arte indio. Sin embargo, la influencia de occidente fue cada vez más pesada e inevitable, incluso llegó en 1922 la primera exhibición de arte europeo en la India, la cual contó con obras de Klee y Kandisnky.

El arte de la India ciertamente es rico y lleno de diversas influencias, dotado de un sentido propio de la estética, cánones y espíritu, exploraron la expresión de la historia, la religión, la mitología y la vida tanto como cualquier otra civilización. Esto hace que sea complicado integrar cada punto de este arte a través de los siglos en un solo artículo, sin embargo, esperamos que las nociones compartidas en este – pese a ser muy generales – hayan significado un aporte sobre este tema al lector.

Aquí te ofrecemos un enlace a la segunda parte de esta seria de artículos para que continúes con tu lectura sobre arte asiático.


Fuentes: Victoria & Albert’s Museum, Historia del arte – el arte del continente asiático.

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