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Artículo de Opinión: ¿Las Inteligencias Artificiales producen Arte?
Artículos | 25 ABR 2023 Por Brenda J. Carrión

Recientemente compartimos en Hartii la nota sobre la fotografía generada con Inteligencia Artificial (IA) que ganó un premio en la Categoría Abierta Creativa, premio que fue posteriormente rechazado por el artista con la finalidad de abrir un debate sobre lo que se puede o debe considerar como verdadera fotografía (haz click aquí para leer la nota completa). Como licenciada en artes visuales, aprovecho este debate para redactar este artículo con mis percepciones sobre si las imágenes que producen las Inteligencias Artificiales son arte y si su existencia significa un desplazamiento del trabajo de los artistas.

¿Cómo funcionan las IA?

Las IA como Open AI Dall-e tienen un funcionamiento operativo bastante simple de explicar: el usuario entra a la página de la IA donde introduce una frase que describa la imagen que le gustaría que se produzca (para obtener una imagen es posible que se necesite pagar una cuota o suscripción). Pueden ser frases tan simples como “Mujer pelirroja” hasta muy detalladas como “retrato de mujer pelirroja con collar de perlas en estilo impresionista”. Una vez introducida la frase, la IA procede a generar la imagen tomando el internet como su base de datos, buscando imágenes que correspondan con las mismas palabras clave, para luego crear una o más imágenes que cumplan con los requisitos.

Aquí les compartimos como ejemplo unas imágenes generadas a través de la IA Open AI Dall-e-2 con las palabras “Perro con cigarro Art Deco”.

Por supuesto, tiene también sus limitaciones; te enfrentas con problemas como que la IA no emita las imágenes con la calidad o cantidad de detalles que deseas, o incluso puede cometer errores extraños que una persona jamás haría de forma “accidental”. Por ejemplo, en la primera imagen de ejemplo, podemos apreciar que el perro fue diseñado con manos, una de las cuales tiene un cigarrillo en lugar de un dedo.

La dinámica actual de las IA no es tan diferente de la tradicional de llevarle una fotografía o describirle con palabras a un artista lo que quieres que pinte, dibuje, etc. En lugar de ser una persona, le estas pidiendo a un software que reproduzca por ti las ideas que tienes. Y hasta este punto, podemos considerar que la principal amenaza de las IA es el desplazamiento de la contratación de los artistas para producir obras por encargo.

El debate del arte no producido por el artista

Ahora procedemos al siguiente punto, que es probablemente el más delicado del debate: ¿el autor de la imagen es la inteligencia artificial o la persona que redacta la frase de la obra? Que también se puede describir como: ¿una persona puede reclamar de su autoría una obra que no produjo con sus propias habilidades? Para responder a estas preguntas es importante compartir una realidad poco conocida sobre la industria del arte: algunos artistas reconocidos no produjeron algunas o ninguna de sus obras. Es larga la lista de artistas que se apoyaban de otros artistas o artesanos para producir sus obras. Artistas como Andy Warhol, Jeff Koons y Damien Hirst se centran más en la generación de la idea y en la supervisión y/o dirección del proceso de creación de la obra.

Aunque es cada vez más común en el arte contemporáneo, esta forma de crear arte no es un fenómeno nuevo. En la época de la Edad Media y el Renacimiento, lo común era que los artistas consagrados o maestros tuvieran un taller con varios aprendices que asistían en la producción de las obras, las cuales que eran todas atribuidas al artista-maestro. Básicamente el artista-maestro era quien dirigía la producción de la obra y se encargaba únicamente de los detalles finales o los más complicados; trabajar de esta manera mejoraba los tiempos y producción de obras, además de que permitía que los aprendices desarrollaran sus propias habilidades.

Pero entonces, si un artista no participa activamente en la producción de una obra, ¿qué le otorga el derecho a considerarse el autor? Aquí es en donde recordamos el valor de otros conceptos que juegan un papel igual de importante que la técnica misma: el conocimiento, el juicio del artista (toma de decisiones), su generación de ideas, los diálogos o mensajes que se establecen en la obra, etc. Todo lo anterior se logra a través de un constante aprendizaje de las teorías del arte, de la experiencia, del contacto con la industria, del estudio de nuevas y viejas corrientes de arte, del diálogo con otros artistas, de una madurez filosófica, entre otras. Todo lo anterior marcan la diferencia entre una obra “buena” pero superficial con una obra maestra.

Considerando lo anterior y regresando a las preguntas iniciales, podríamos decir entonces que un artista sí puede reclamar de su autoría una obra que no produjo de sus propias habilidades, y por lo tanto, el verdadero autor intelectual de las imágenes que produce una inteligencia artificial es la persona que utiliza la IA, ya que la IA estaría simulando el mismo rol que los aprendices o artesanos realizaban. Además, queda a juicio del artista decidir si las imágenes que produce la IA cumplen con los estándares de detalle y estilo que desean, si logran producir el mensaje que quieren, si siguen reglas de composición, etc. Con las IA todos podríamos producir imágenes con mayor facilidad y rapidez, pero eso no quita la importancia de que las personas son quienes deciden al final si la imagen cumple con sus propios estándares y criterios de arte, y eso solo lo puede lograr quien tiene una educación visual y artística que ha adquirido con la experiencia.

Para entender mejor este concepto, les compartimos unas 4 imágenes de la serie de Pseudoamnesia Part II de Boris Edgasen, el fotógrafo que ganó y rechazó el Premio de Categoría Abierta Creativa del Sony World Photography Awards. Todas las imágenes han sido creadas con IA, pero lo más importante aún, es que tienen una clara relación semiótica y discursiva entre sí, conservan el mismo acabado estético, y hay ingeniosas ideas al imaginar a estos personajes extraños en escenarios inquietantes. Cualquiera de nosotros puede utilizar las IA, pero solo la gente con experiencia artística (y fotográfica en este caso) como Edgasen puede crear una serie con tanta profundidad y armonía artística.

Conclusiones

Las imágenes que produce una IA pueden llegar a considerarse arte, pero la autoría de las imágenes le pertenece a la persona usa la IA. Decir que la IA es la autora de la obra es como decir que el autor de una fotografía es la cámara fotográfica y no del fotógrafo. Ambas (IA y cámaras) son productos de la tecnología que permiten una facilidad de creación de imágenes, pero que siguen siendo herramientas para los artistas. Quién decide si la imagen es suficientemente buena para considerarse arte es la persona que la utiliza.

Por supuesto, al igual que la cámara fotográfica afectó en su momento a artistas y dibujantes, las IA tendrán un fuerte impacto en la industria artística, y los artistas, artesanos y demás productores tendrán que adaptarse a la nueva realidad que se avecina. Mi principal predicción será que muchos artistas (particularmente los que tengan relación con el arte digital) sufrirán pérdidas en sus ingresos (sobre todo las que recibían por comisiones) al tener que competir con una tecnología que produce imágenes a muy bajo costo y de forma inmediata. Sin embargo, al igual que en muchas otras revoluciones tecnológicas e industriales del pasado, el arte evolucionará y encontrará su lugar en las nuevas realidades que vive nuestra sociedad.


Escrito por Brenda J. Carrión

Licenciada en Artes Visuales, Agente Cultural Certificada y Directora de Arte de Hartii.

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