En este artículo queremos compartir un poco sobre la vida y las hazañas de algunos marchantes de arte que se podrían considerar de los más importantes en la historia.
Ambroise Vollard (1868 – 1939)
En su juventud dejó su isla natal para estudiar en París, donde se empapó y enamoró por completo del arte, llevándolo a abrir su propia galería.
Fue amigo y marchante de grandes artistas ya consolidados como Cezanne, Renoir, Picasso, Matisse y Gauguin. También fue mecenas de algunos como Pierre Bonnard y Edouard Vuillard.
La muerte Vollard fue un accidente, aunque de cierta forma se considera que fue tan dramática como si se tratase del final de un artista. El marchante falleció en lo que se dice fue un accidente automovilístico, pero incluso si fue parte de la causa, la realidad es que una escultura de bronce que estaba transportando en ese momento cayo directo a su nuca, por lo que perdió la vida al instante, provocando el accidente.
Tuvo una gran colección de arte, se sabe que solo en pinturas tuvo más de 560, esto porque durante la segunda guerra mundial un barco con sus obras salió de Portugal hacia Estados Unidos con el fin de proteger las obras de ser saqueadas por el ejército alemán o fuerzas del eje. Estas fueron confiscadas y guardadas en Canadá, al final la familia de Vollard pudo recuperarlas.
Joseph Duveen (1869 – 1939)
Fue conocido por tener una gran visión para los negocios. Sabía la importancia del arte y su papel dentro de la ideología del prestigio, por lo que pudo aprovechar sus ventas al máximo.
También sabía con quienes vender. Considerando lo vieja que comenzaba a verse Europa, con nobles y familias importantes perdiendo poder cada día, entendió que la riqueza estaba en el nuevo mundo, con los nuevos ricos de la joven América. Con eso en mente, aprovechó que los nobles tenían excelentes colecciones y la necesidad de venderlas, para que ricos estadounidenses en búsqueda de prestigio a través del arte, pagaran precios exorbitantes por las obras. Y le resultó excelente, ya que no solo tenía un gran instinto para las ventas, también poseía un gran ojo para el arte, incluso era capaz de identificar obras falsificadas a simple vista.
Leo Castelli (1907 – 1999)
Uno de los más importantes y exitosos marchantes de arte del siglo XX, incluso fue uno de los mejores agentes que propiciaron el éxito del Pop Art.
Su vida posiblemente una serie de “estuvo en el lugar correcto en el momento correcto”. En los años 30 estuvo París en el mejor momento para hacer amistades en el maravilloso circulo de artistas de la escuela de París. Para mas tarde regresar a Nueva York y tener éxito en los 50s, llegando a trabajar con artistas como Warhol y Leichtenstein. Tanto en París como en Nueva York levantó galerías que lo ayudaron a tener tratos millonarios y relaciones increíbles, que lo llevaron a pasar a la historia.
Daniel Henry Kahnweiler (1884 – 1979)
Uno de los grandes benefactores del cubismo, al grado de que se cree que sin el trabajo de Vollard y Kahnweiler, Picasso tal vez no habría tenido el reconocimiento e importancia que obtuvo en vida.
Sin embargo, el trabajo de Kahnweiler no se limitó a Picasso, ya que trabajó con Paul Klee, Braque y Juan Gris. También escribió y trabajó como editor de libros que exponían la obra de los cubistas.Incluso realizó la primera exposición cubista de la historia. Tristemente, su colección no se salvó de el saqueo nazi y se perdió en 1940.
Paul Durand-Ruel (1831 – 1922)
Monet tenía la peculiaridad de tirar sus cuadros al río o destrozarlos cuando algo no le parecía y sin las intervenciones de Durand-Ruel, habría eliminado muchos más.
Así como Kahnweiler fue un benefactor para el cubismo, Durand-Ruel fue un gran amigo, mecenas y marchante para los impresionistas, convirtiéndose en uno de los pilares que forjaron el éxito del grupo. Comenzó comprando cuadros de Monet, más tarde sumó a Pisarro, Renoir y el resto del grupo, incluyendo a Manet, aunque prácticamente no fue impresionista.
Su reputación sufrió grandes altibajos por ser partidario de un grupo tan polémico como los impresionistas, sin embargo, la inteligencia que caracteriza a los grandes marchantes no le faltó y no solo logró recuperarse, también sacó del prejuicio a los artistas que apoyó y los llevó al éxito.
Fuentes: Recuperado de El Debate.