Es sabido que el arte tiene un impacto positivo en nuestra salud mental y las razones por las que este representa una poderosa herramienta que nos ayuda en nuestro bienestar, no solo son varias, también significan una gran ayuda para alcanzar un equilibro mental y emocional.

Esto no es solo una creencia colectiva, es un hecho que se ha estudiado por diferentes universidades y organizaciones que respaldan el impacto positivo del arte en nuestra salud mental, un ejemplo de estas es ls Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, las diferentes disciplinas que abarca el arte nos pueden ayudar de diferentes formas cada una. La danza es probablemente una de las más conocidas, puesto que, aparte de ser un arte, el cuerpo se ejercita y por ello se vuelve una aliada muy completa que no solo nos ayuda a lidiar con el estrés y la ansiedad, también liberamos endorfinas que automáticamente nos hacen sentir mejor.

Por otro lado, la escritura se ha consolidado como una herramienta terapéutica que puede ser muy efectiva para estimular la creatividad, pero principalmente, para canalizar los sentimientos, procesarlos y expresarlos. Sentarnos a escribir con detenimiento y concentración sobre nuestras emociones nos permite desarrollar paciencia con nosotros mismos, que definitivamente también se refleja en otros aspectos de la vida. También, mientras más nos acostumbremos a procesar nuestros sentimientos, nos volvemos mejores para manejarlos.

Si bien, la creatividad es algo esencial en las artes, esta no es un criterio o un parámetro estricto que le da validez al arte que realizamos de forma terapéutica. Al contrario, es parte del mundo de posibilidades que nos abre el arte en el que no podemos fallar cuando intentamos algo por nuestro bien.

La creatividad es un recurso que podemos desarrollar a través de la exposición y práctica de las artes, pero a la par, también se puede ir despertando otro recurso muy importante y este es, la sensibilidad artística. Por llevar artística en el nombre, no significa que esta sensibilidad se limite solo al arte, al contrario, esta convierte al arte en un punto de conexión entre nuestros sentimientos y el mundo.

La sensibilidad artística nos permite experimentar diferentes emociones a través del arte y conocernos mejor a nosotros mismos. Al ser conmovidos por el arte podemos aprender a identificar y gestionar las emociones, recibir inspiración, consuelo o esperanza. Por ello, se recomienda visitar galerías y museos, el arte nos transforma de diferentes maneras y está comprobado que ayuda a bajar niveles de estrés y ansiedad.

Las artes visuales también tienen un gran poder que beneficia ampliamente nuestra salud mental y emocional, ya que permite expresarse de forma no verbal, por lo tanto, podemos comunicar emociones que sean difíciles de explicar en palabras o sensaciones que nos cuesta compartir. Por otro lado, podemos crear resiliencia y tolerancia al practicar con las artes visuales, ya que en el camino es inevitable cometer errores y poco a poco vamos manejando mejor las emociones negativas que se desarrollan a partir de ello. A su vez, mejorar con el tiempo trae gratificación y motivación a seguir obteniendo resultados y estos son aspectos que podemos aplicar a diferentes circunstancias en la vida para manejar mejor las adversidades.

En el campo de la terapia, el arte no solo es una herramienta personal, también profesional, por ejemplo, los psicólogos suelen emplearlo a menudo y la versatilidad del arte les permite trabajar con este de la forma que más les convenga y que se adapte a cada paciente. Una forma algo popular de usar el arte es como herramienta de proyección; este sirve para que los psicólogos hagan interpretaciones de lo que les sucede a sus pacientes a través de lo que realizan. Esto es muy útil en pacientes con limitaciones para expresarse verbalmente.

Incluso si la expresión verbal es posible para algunos, a veces es necesario poder expresarse de otra forma cuando las palabras no nos alcanzan o estamos abrumados por lo que sucede en nuestro interior.

Al final del día, la creación artística es un reflejo de nuestro mundo interno y sus interpretaciones de lo externo, muchos artistas son ejemplos más claros de esto que otros y la representación que dejaron de sus mundos internos, aun es admirada y estudiada, incluso después de su muerte, como el inolvidable Francis Bacon. Este fue un artista plástico que utilizó la pintura como canal de expresión de su crudo y complicado mundo interno. Bacon tuvo una infancia complicada por la aparición de la primera guerra mundial y su adolescencia no fue mejor, debido a un fuerte rechazo de sus padres por su orientación sexual.

Para él, el mejor medio de expresar su dolor y su forma de ver el mundo fue el arte, por ello, consolidó un estilo único e inquietante que lo representa de forma extremadamente personal (no hay otro como Francis Bacon). Esta práctica fue tan importante para él que a lo largo de su vida realizó más de 500 pinturas y una cantidad aun mayor de dibujos, probando cómo la creación le era indispensable. Así como a él, el arte puede brindar consuelo y ayuda a cualquiera.