El pasado diciembre de 2019, el Tate Modern fue escenario de controversia cuando un estudiante de arquitectura, Shakeel Ryan Massey, golpeó la obra “Bust of a Woman” (1944) de Pablo Picasso. El joven de 20 años admitió haber envuelto sus manos con bufandas para primero destruir el cristal protector, y posteriormente golpear la obra 4 veces con candados, quitarla de la pared y lanzarla al piso. Cuando fue detenido por los guardias de seguridad, Massey dijo estar realizando un “performance”.
La obra “Bust of a Woman” (1944) está valuada en $26.3 millones de dólares y es un retrato cubista de la fotógrafa Dora Maar, una de las musas más emblemáticas de Pablo Picasso. Actualmente, la pieza ha iniciado un proceso de restauración que durará 18 meses y hasta el momento se desconoce si quedaran “cicatrices permanentes” del daño provocado por Massey. Se calcula que los costos por la restauración superarán los $460,000 USD.
Massey, residente de Londres que se encontraba realizando estudios universitarios en España, se declaró culpable por el cargo de daño criminal. Su abogado Glen Harris señaló comportamientos inmaduros de Massey y la muerte del hermano mayor en 2016 como las razones que lo llevaron a realizar el acto de vandalismo. Sin embargo, el juez Jeremy Donne calificó los motivos como insuficientes para evitar una condena, y apuntó que se debía poner un castigo ejemplar para evitar que otras personas copiaran sus actos. Al momento de declarar la sentencia, el juez declaró:
“Es difícil concebir que esta ofensa fue perpetuada por un motivo distinto al de recibir notoriedad. A parte del hecho de que solo tienes 20 años, no existe ninguna evidencia de que fueras particularmente ingenuo o inmaduro. No hay nada que pudiera sugerir otra cosa que el hecho de que un veinteañero estaba buscando fama.”
Con información de Artforum y Artsy News.