Ante la evolución de los eventos recientes en Afganistán, la UNESCO, una organización de las Naciones Unidas que vela por el derecho a la educación, ciencia y cultura de los países, emitió un comunicado para pedir por la protección del patrimonio histórico-cultural de los afganos.

Esto se debe a que de los Talibanes existen varios registros en las Naciones Unidas de haber participado en la destrucción de propiedad cultural. Un ejemplo de esto fue cuando en 2001 los Talibanes destruyeron los Budas de Bamiyán, dos estatuas monumentales del siglo VI que habían sido talladas en un acantilado del Valle de Bamiyán, en Afganistán, y que habían sido catalogadas como patrimonio de la humanidad.

Audrey Azolay, directora general de la UNESCO, emitió el siguiente comunicado:

“Hago un llamado para la preservación de la herencia cultural de Afganistán en toda su diversidad, respetando plenamente el derecho internacional, y que se tomen todas las precauciones necesarias para proteger el patrimonio cultural de los daños y saqueos.”

Azolay también recalcó que “cualquier daño o pérdida de herencia cultural solo tendrá consecuencias adversas sobre las perspectivas de una paz duradera y una ayuda humanitaria para el pueblo de Afganistán.”

Por su parte, el Museo Nacional de Kabul externó en un comunicado del 15 de agosto su preocupación ante la amenaza de ser saqueados tras el pánico que se generó en la ciudad: “La ciudad de Kabul ha presenciado un caos sin precedentes (…) La continuación de esta situación caótica produce una enorme inquietud sobre la seguridad de los artefactos y bienes del museo”.

En la herencia cultural de Afganistán se encuentran sitios como la Ciudad Vieja de Herat, el Minarete y vestigios arqueológicos de Jam, y el paisaje cultural y vestigios arqueológicos del Valle de Bamiyán, así como el Museo Nacional de Kabul.

Fuente: ArtNews y UNESCO.