Hoy hace 84 años, ocurrió el bombardeo a Guernica, suceso que Picasso inmortalizaría en una pintura que se alzaría hombro a hombro con Las Señoritas de Avignon (1907) como uno de los trabajos más representativos del nombre del artista.

Como homenaje a la tragedia del municipio, Picasso realizó su Guernica (1937), y el día de ayer, Euskal Gozogileak, con la participación de 40 reposteros profesionales del territorio vasco, presentó ante los medios una réplica de la obra hecha con media tonelada de chocolate. Esto sucedió en la inauguración de la exposición itinerante que se planea llevar a cabo, donde la obra recorrerá diversos puntos del territorio de Euskadi, mientras que fechas y lugares fuera de este aun no son confirmados.

Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco, asistió al evento y expresó su gratitud hacia la iniciativa de la Federación Vasca de Gastronomía Dulce Artesana, ya que la pintura de Pablo Picasso es un símbolo internacional vasco. Según Lorena Gómez, presidenta de Euskal Gozogileak, el propósito de proyecto no fue solo recrear la obra, sino también fusionar la gastronomía con el arte, poner en alto la profesión de la gastronomía dulce artesana y dar un mensaje de paz y esperanza al mundo en estos tiempos de difíciles de pandemia.

¿De qué va la obra de Picasso?

El 26 de Abril de 1937, durante la Guerra Civil Española, la Legión Cóndor alemana bombardeó la ciudad de Guernica, una ciudad de gran importancia para la cultura vasca, en la cual se perdieron entre 800 y 1,600 de vidas. Picasso, a manera de homenaje y de denuncia, creó una enorme obra monocromática de 4 metros de alto por 8 de ancho que, a través de una escena de confusión, sufrimiento y terror, se representa el dolor que vivió el pueblo de Guernica durante el bombardeo. Actualmente se considera una de las obras maestras más importantes que haya realizado el artista español.